Chris Hemsworth califica su interpretación de ‘Thor: Love and Thunder’ como una ‘parodia’ de sí mismo



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Crédito de la imagen: Getty Images

Chris Hemsworth está mirando hacia atrás en su Thor: amor y trueno rendimiento con remordimiento. El héroe de Marvel Cinematic Universe, de 40 años, criticó su interpretación en pantalla durante una nueva entrevista como una “parodia” de sí mismo.

“Quedé atrapado en la improvisación y la locura, y me convertí en una parodia de mí mismo”, dijo Chris. Feria de la vanidad en una entrevista publicada el martes 30 de abril. “No aguanté el aterrizaje”.

Mientras reflexionaba sobre su película de 2022, Chris admitió que en este punto de su carrera, había “estado tratando de forjar y vencer las cosas durante tanto tiempo, por obsesión y desesperación por construir esta carrera, y estaba simplemente agotado”.

Chris Hemsworth
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“Estaba preocupado por todo”, confesó. “Nada era tan divertido como antes, o como lo había imaginado. Estaba haciendo películas consecutivas y haciendo giras de prensa, estaba casado y tenía tres hijos pequeños, y todo sucedía al mismo tiempo en un período muy corto”.

Chris comparte a sus hijos, su hija India y sus hijos Sasha y Tristan, con su esposa, Elsa Pataky. Más adelante en su entrevista, el Thor La estrella de la franquicia proporcionó más contexto sobre su forma de pensar en el momento en que Amor y trueno fue lanzado.

“Estás como si estuvieras agotado, y luego te apareces ante algo con poco en el tanque y empiezas a desmenuzar las cosas”, dijo, antes de repasar las preguntas que se había hecho a sí mismo. “¿Por qué estoy haciendo esta película? ¿Por qué este guión no es mejor? ¿Por qué ese director no me llamó para eso o por qué no me consideraron para este papel? ¿Por qué no recibo la llamada de [Martin] Scorsese o [Quentin] Tarantino? Había empezado a tomármelo todo demasiado en serio y demasiado personal”.

Es cierto que, añadió Chris, su mente comenzaba a correr con dudas, lo que afectaba sus momentos con familiares y amigos.

“Mi mamá venía a tomar una taza de café y tenía que chasquear los dedos y decir: ‘Chris, ¿dónde estás? Vamos, aquí estoy’”, anotó. “La charla en mi cabeza se volvió tan intensa, y luego el sentimiento de culpa que cada vez que salía de una cena con mis padres o un amigo, decía: ‘Dios, ni siquiera estaba allí’. Simplemente pasé el tiempo quejándome o quejándome. Hay un narcisismo en ello. ¿Cuántos años más vamos a tener esta conversación? Cállate, Chris”.

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