“Hay narrativas contrapuestas en torno a varias de estas fosas comunes, incluidas acusaciones graves de que algunos de los enterrados fueron asesinados ilegalmente”, dijo.
“Es imperativo que investigadores internacionales independientes, con experiencia forense, tengan acceso inmediato a los lugares de estas fosas comunes, para establecer las circunstancias precisas en las que cientos de palestinos perdieron la vida y fueron enterrados o vueltos a enterrar”, continuó.
“Las familias de los muertos y desaparecidos tienen derecho a saber qué pasó. Y el mundo tiene derecho a rendir cuentas por cualquier violación del derecho internacional que pueda haber tenido lugar”.
Las autoridades de Gaza han declarado que hasta ahora se han encontrado un total de 400 cadáveres, incluidos los de niños y mujeres, con signos de tortura y ejecuciones, en cementerios improvisados en dos hospitales que anteriormente fueron allanados por el ejército israelí.
La semana pasada, el portavoz del secretario general afirmó que se necesitaría un mandato de un organismo de las Naciones Unidas para que la organización tomara posesión legal de cualquier evidencia recopilada durante el descubrimiento de las fosas comunes, para que la ONU pudiera llevar a cabo su propia investigación. .
Según las autoridades palestinas, más de 34.500 personas han muerto en la guerra de Israel contra Gaza desde el 7 de octubre.