Si vas a caminar un día por el campo, es probable que observes una planta de lo más particular, cuyo nombre científico es Taraxacum officinale, pero es más conocida como diente de león. Se trata de una planta herbácea perenne perteneciente a la familia de las astaráceas que, si bien no es lo habitual, también se puede consumir. O al menos eso es lo que dicen los expertos que recomiendan su ingesta dadas sus incontables propiedades nutricionales.
¿Por qué y cómo consumir diente de león?
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En primer lugar, debes saber que todas las partes de la planta son comestibles, pudiendo emplear las hojas en las ensaladas o como verdura cocida; las raíces para elaborar un sustituto del café o las flores para hacer vino.
Segundo, sus propiedades medicinales son numerosas, habiendo sido utilizada esta planta para tratar muchas afecciones de salud gracias a sus beneficios diuréticos, digestivos o antiinflamatorios. En concreto, estas son las ventajas a nivel de salud de esta planta:
- Previene la retención de líquidos por sus propiedades diuréticas.
- Posee antioxidantes, por lo que previene enfermedades crónicas.
- Ayuda a cuidar a tus riñones y al hígado, favoreciendo la eliminación de toxinas que se acumulan en el organismo.
- Mejora el sistema digestivo por sus propiedades antiinflamatorias.
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De esta forma, lo mejor para consumir diente de león es preparar un té con una o dos cucharaditas de raíz de la planta (debe estar seca) y una taza de agua. Acompáñalo de azúcar al gusto y disfruta de una bebida caliente y nutritiva.