El envío, que fue retenido la semana pasada, incluye 1.800 bombas que pesan 2.000 libras y 1.700 bombas que pesan 500 libras.
“Estamos especialmente centrados en el uso final de las bombas de 2.000 libras y el impacto que podrían tener en entornos urbanos densos como hemos visto en otras partes de Gaza”, dijo el funcionario.
Los líderes israelíes han advertido durante semanas que en algún momento en el futuro se producirá una invasión de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, incluso cuando Estados Unidos y otros han declarado públicamente que tal operación terrestre no debería ocurrir. La administración de Joe Biden ha pedido un plan integral para proteger a más de un millón de civiles refugiados en Rafah y evitar una expansión de la catástrofe humanitaria que se está desarrollando en el enclave costero.
El lunes, Israel llevó a cabo lo que Estados Unidos describió como una operación “limitada” en Rafah, tomando el control del cruce fronterizo con Egipto, que es un salvavidas vital para la ayuda humanitaria.
“Esta parece ser una operación limitada, pero, por supuesto, mucho de eso depende de lo que venga después”, afirmó el martes el portavoz del Departamento de Estado Matt Miller.
“Creo que han dicho con toda claridad que no es ningún secreto que quieren llevar a cabo una importante operación militar allí. Hemos dejado claro que nos oponemos a tal operación”.
Estados Unidos e Israel han estado en comunicación regular sobre los planes del ejército israelí de llevar a cabo una importante operación terrestre en la parte sur de Gaza, pero la administración ha dejado claro que los planes están lejos de estar listos.
“Hemos visto algunos conceptos, pero nada detallado en este momento”, dijo el secretario de prensa del Pentágono, mayor general Pat Ryder, en una conferencia de prensa el lunes.
Aún así, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha declarado repetidamente que es necesaria una operación terrestre en Rafah para mantener la presión sobre Hamás para que libere a los rehenes restantes y logre la victoria. A medida que los líderes de Israel se acercaban a una decisión final, Estados Unidos comenzó a revisar propuestas de transferencias de armas particulares a Israel que podrían ser utilizadas en Rafah, añadió el funcionario estadounidense. El proceso de realización de la revisión comenzó en abril y provocó la pausa en los envíos de los dos tipos de bombas.
“No hemos tomado una decisión final sobre cómo proceder con este envío”, continuó el funcionario.
Entre las armas convencionales más grandes del arsenal estadounidense, las bombas de 2.000 libras pueden tener un impacto devastador, especialmente en una zona densamente poblada como Gaza. Las municiones pesadas dejan un cráter enorme y pueden enviar metralla mortal a cientos de metros del lugar del impacto.
Estados Unidos también está revisando la posible venta o transferencia de otras municiones, incluidos kits de municiones conjuntas de ataque directo (JDAM) a Israel, dijo el funcionario. Pero estos traslados no son inminentes y se producirían en el futuro, afirmó el funcionario.
El Pentágono no quiso hacer comentarios cuando se le preguntó sobre las pausas en los envíos, pero insistió en que nada de esto cambia el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Israel.
“Nuestro compromiso con la seguridad de Israel sigue siendo férreo”, dijo la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, en una sesión informativa el martes, y agregó: “Lo han visto desde el 7 de octubre. Nos han visto aumentar la asistencia de seguridad a Israel. Entonces, aunque no voy a hacer más comentarios, puedo decirles que nuestros compromisos con la seguridad de Israel siguen siendo los mismos”.