El farmacéutico Fernández alerta de lo que no tienes que comer para que no te piquen los mosquitos

Lo vas notando en tu cuerpo y no es para menos. Hace más calor, tienes más ganas de ponerte ropa fresquita, y notas cómo, aunque no quieras, si caminas y te mueves mucho, tiendes más a sudar. Son síntomas, aparte de la propia evidencia científica, de que el verano poco a poco se acerca.

De hecho, ya el próximo mes estaremos entrando en el verano de lleno. Eso implica muchas cosas buenas, como las vacaciones (mucho más largas que el resto del año) de las que disfrutaremos, poder salir a terrazas y hacer más vida en la calle, disfrutar de diferentes baños en piscina o mar, los días son más largos o tener más planes.

Pero sí, el verano también tiene partes no tan buenas. Por ejemplo, el calor sofocante de muchas ciudades, la incomodidad de ese calor pegado en tu ropa, las muchas horas de sol y sus efectos en la piel, y por supuesto, la proliferación de mosquitos. Sí, están por todos lados, vayas donde vayas en verano.

Y si estuvieran, sin más, no causarían molestia, el problema es cuando te pican. A todo el mundo, al menos una vez en la vida, le ha picado un mosquito y sabe la incomodidad que acarrea con ello. No solo es el picor, sino el calor extremo que produce, la hinchazón y el dolor en muchas ocasiones.



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