Irán ha mostrado voluntad de entablar un “diálogo serio” con el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas por primera vez en más de un año, según Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Grossi dijo al Financial Times que Teherán y el organismo de control, que han soportado relaciones tensas durante meses, podrían estar entrando en una “fase diferente” después de que él mantuviera conversaciones en Irán.
Teherán parece dispuesto a discutir cuestiones “concretas”, añadió.
El aparente cambio de tono fue provocado por una invitación del jefe nuclear de Irán, Mohammad Eslami, para que Grossi asistiera a conversaciones en Teherán. El llamado se produjo a mediados de abril en un momento de intensas tensiones entre Irán, Israel y Estados Unidos.
“Veo en ellos un reconocimiento de que es mejor tener cierto compromiso que continuar por un rumbo completamente divergente, lo que conduciría a una mayor escalada y tal vez incluso a más peligros, incluida la guerra”, continuó Grossi.
“Es muy importante porque nos volvimos a conectar después de muchos meses de hablar entre nosotros”.
Añadió que Washington y Teherán también siguen manteniendo abierto un “canal bilateral”.
El jefe de la OIEA afirmó que Irán no había alterado la escala o el ritmo de su actividad nuclear desde el ataque del grupo palestino Hamás contra Israel en octubre.
Añadió que no había “ninguna evidencia que sugiera que Irán haya adoptado, o esté adoptando, o esté planeando adoptar un programa de armas”.
Grossi afirmó que Teherán ahora tiene suficiente material fisible para producir unas tres bombas nucleares en cuestión de semanas, si así lo decide. Irán insiste en que su programa tiene fines civiles únicamente.
Señaló que las conversaciones técnicas entre la OIEA y funcionarios iraníes habían continuado desde su regreso de Teherán.