Un tribunal francés confirma los cargos de “complicidad de Lafarge en crímenes contra la humanidad” por una fábrica en Siria

El tribunal más alto de Francia rechazó el martes una solicitud del fabricante de cemento francés Lafarge para desestimar los cargos de complicidad en crímenes contra la humanidad como parte de una investigación sobre cómo mantuvo funcionando su fábrica en Siria después de que estalló la guerra en 2011.

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El fallo, que confirmó una decisión anterior de un tribunal inferior, no es un veredicto de culpabilidad.

Es procesal y significa que la investigación de años sobre la responsabilidad penal de la empresa por los cargos altamente simbólicos de crímenes contra la humanidad puede continuar.

Aún no está claro cuándo concluirá la investigación y si los fiscales finalmente decidirán enviar el caso a los tribunales para que se pronuncie sobre el fondo de las acusaciones.

La empresa obtuvo una victoria parcial cuando el tribunal retiró los cargos por poner en peligro la vida de su personal.

En un comunicado, Lafarge calificó la decisión como una “cuestión de legado” que estaba abordando “a través del proceso legal en Francia” y no hizo más comentarios.

La firma francesa, que pasó a formar parte de Holcim, que cotiza en Suiza en 2015, ha sido objeto de una investigación sobre sus operaciones en Siria desde 2016, en uno de los procesos penales corporativos más extensos de la historia legal francesa reciente.

grupos islamistas

La cementera admitió anteriormente, tras su propia investigación interna, que su filial siria pagó a grupos armados para ayudar a proteger al personal de la planta en medio de la guerra civil que sacudió al país durante años.

Los fiscales estadounidenses dijeron que Lafarge, a través de intermediarios, pagó a Estado Islámico y al Frente al Nusra el equivalente de aproximadamente 5,92 millones de dólares entre 2013 y 2014 para permitir que empleados, clientes y proveedores pasaran por los puntos de control después de que estalló el conflicto civil en Siria.

Pero en una feroz batalla legal, que involucró a docenas de abogados y miles de páginas de documentos, Lafarge ha estado rechazando algunos de los cargos que los fiscales franceses han estado considerando, incluido el de ser cómplice de crímenes contra la humanidad cometidos por los grupos islamistas.

La empresa había argumentado que las autoridades francesas no tenían jurisdicción formal para procesar cargos de participación en crímenes de guerra en el extranjero, lo que el tribunal rechazó.

Pero la empresa también cuestionó que podría ser culpable de poner en peligro las vidas de su personal local al mantener a los empleados en sus puestos de trabajo en medio de una situación de seguridad en deterioro.

Lafarge había declarado que no había ninguna obligación especial de protegerlos ya que la legislación laboral francesa no era aplicable y el martes la Corte de Casación siguió esos argumentos.

(Reuters)

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