Álvaro Sáez: "No hay falta de vocaciones hay distintos tipos de vocaciones que detectar"

Estos días sobrevolaba en la redacción una pregunta ¿existe una crisis de vocaciones? Estábamos mirando los últimos datos de seminaristas en España. 956 están cursando sus estudios en alguna diócesis española. ¿Son muchos, son pocos?

Son unos 20 menos que el año pasado, 70 menos que en el 22 y 365 menos que hace 10 años. Cada uno de esos números es un regalo de Dios pero no podemos ser ajenos a este descenso paulatino de personas que han dicho sí a descubrir si Dios les está pidiendo el sacerdocio

¿Significa eso que hay crisis de vocaciones? Sacerdotales, puede pero en este momento, donde la Iglesia está inmersa en este proceso sinodal, donde todo parece que las estructuras de poder, de toma de decisión y de participación en la vida pública de la Iglesia van a cambiar, las vocaciones laicales juegan un papel todavía más fundamental.

Hace poquitos meses escuchaba en un congreso al filósofo Juan Arana y él decía que la crisis de vocaciones religiosas y la fe refuerza el papel que va a tener el laico en la vida de la Iglesia. Porque, en una situación cada vez más marginal para la religión, los laicos debemos ser conscientes de todo lo que representa el ejercicio adulto de la identidad cristiana, en un mundo que se ha desmoralizado y que ha perdido sus creencias.

La vida de la Iglesia se construye desde diferentes realidades pero todas con un mensaje y misión común: id al mundo entero y anunciad el Evangelioen tu parroquia, en tu familia, en tu trabajo, como sacerdote, como monja pero también como vecino, como amigo, como secular.

No hay falta de vocaciones hay distintos tipos de vocaciones que debemos, y ahí tenemos el reto, debemos saber detectar porque Dios sigue llamando. Dios no se cansa de llamar. Solo faltan respuestas a una pregunta muy sencilla de formular y difícil de contestar ¿Qué quieres el señor de nosotros? ¿Qué quieres el señor de mi, de ti?



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