Florentino Pérez se plantea cambiar los estatutos del club para permitir la venta del 49,9% del Real Madrid

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, tiene un largo capítulo en la historia del club, y sus dos períodos al mando han alterado fundamentalmente la entidad a nivel mundial. Se pensaba que la renovación del Santiago Bernabéu era su último gran legado, pero, según se informa, está considerando un cambio mucho mayor antes de irse.

El patriarca de 77 años se postulará para al menos un mandato más y está explorando opciones para fortalecer la posición del club en el sentido legal y financiero. La venta del 11% de los derechos televisivos de La Liga durante 50 años en el acuerdo CVC, y varias medidas de la UEFA (principalmente el bloqueo de la Superliga, sin duda) han sido categorizadas como ataques y medidas hostiles a las finanzas sobre las que Pérez cree que el Real Madrid debería tener control.

Además, el aumento de la propiedad estatal de los clubes junto con los multimillonarios de la Premier League ha aumentado los temores de que Los Blancos puedan caer en lo que Pérez cree que son las “manos equivocadas”. El Confidencial Explique que Pérez está explorando dos opciones, una de las cuales implica aumentar los derechos de los miembros, al mismo tiempo que se moderniza la estructura del club y se garantiza que el club siga siendo propiedad del propio club; no está claro exactamente qué implica esto, pero sería significaría convertirla en una empresa privada con los socios como accionistas.

El otro sería un cambio importante en el fútbol español. Pérez ha estado discutiendo opciones con la firma legal Clifford Chance y la firma de banca de inversión Key Capital Partners la opción de poner al Real Madrid en la bolsa de valores. JP Morgan y el banquero John Hahn también conocen las intenciones de Pérez. En última instancia, esta segunda opción implicaría obtener la aprobación de los socios para poner a la venta hasta el 49,9% del club, pero limitando la cantidad del club que podría venderse allí, de modo que los socios siempre tuvieran el control.

Elegir este último sería un cambio importante en el modelo de propiedad del club, y si bien podría llevarlos legalmente a un territorio diferente, significaría ceder una gran parte del club a inversionistas interesados, en lugar de a miembros. En teoría, todos los miembros tienen la misma voz en el futuro del club, pero abrir la puerta a los inversores pondría fin a eso, aunque los miembros tendrían la última palabra en las decisiones importantes.

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