Carlos Moreno ‘El Pulpo’ mira al cielo en el día del trabajo para hablar de los drones con Francisco Muñoz, que es piloto profesional, para hablar del futuro de esta profesión. Es gerente y jefe de operaciones de la compañía Dronaire vuelos y cuenta en Poniendo las Calles cuál es el porvenir laboral de estos aparatos.
“Pues la verdad que el presente es excelente”, comienza reflexionando en Poniendo las Calles, “tenemos un campo de trabajo inmenso y en mi opinión yo creo que el futuro es mejor todavía, porque, a día de hoy, los drones no tienen límite para hacer casi cualquier cosa, facilitar y dar seguridad a muchos trabajos que hoy en día, pues tienen ciertos riesgos”.
Sobre esos trabajos que requieren actualmente el uso de drones, Francisco habla del sector “audiovisual, rodajes de cine, anuncios, todo el tema de televisión”, pero hay una utilidad en la que cada vez trabajan más: “La inspección, por ejemplo, de tejados y estructuras de naves industriales, puentes y acueductos”.
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“El uso de los drones hace que el trabajo, entre comillas, se haga de manera más rápida y, a nivel de seguridad, los riesgos son menores porque no tiene que haber operarios que se tengan que subir al tejado, que tengan que andar por el tejado o incluso en la inspección de algún puente que se tengan incluso que descolgar con cuerdas”, revela.
Pilotos de drones
Su funcionamiento es muy sencillo: “Es un dron que, mediante una serie de cámaras y una serie de elementos, pues hace la inspección y nos genera un modelo 3D de este puente, de este acueducto o del tejado”. Pero, ¿es fácil o es difícil aprender a pilotar un dron a nivel profesional?
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“A ver, aprender a pilotar el dron es, entre comillas, fácil”, razona Francisco a Carlos Moreno ‘El Pulpo’, “al final es una cuestión muchas veces de orientación, pero sí que es cierto que cuando te profesionalizas más, se complica bastante porque ya no es un vuelo, digamos, recreativo, que bueno, pues más o menos los llevas donde tú quieres”.
El piloto señala que “cuando ya haces un trabajo profesional, por ejemplo, en el caso del cine, pues el director de cine te pide unas imágenes con cierto riesgo, a muy baja altura, muy cerca de un vehículo, muy cerca de una persona y hay que tener mucha pericia, porque tienes que estar pendiente no sólo de la persona a la que estás siguiendo con el dron, sino todos los elementos que tienes alrededor”.
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Estos pilotajes te exigen “tener capacidad espacial para saber dónde estás en cada momento, orientarte y poder esquivar estos objetos en caso de necesidad, sin provocar lesiones a nadie”. Sobre “el trabajo de inspecciones”, Francisco lo ve “un poquito más sencillo, pero bueno, también conlleva sus problemas”.
“Menos de 1.000 euros”
Hay una parte que es bastante desconocida, que es la parte económica. ¿Cuánto puede costar una formación completa para ser piloto profesional? “A ver ahora mismo estos precios con respecto a cuando yo empecé en el año 2015, se han reducido los costes bastante en lo que es la formación teórica, a día de hoy es gratuita”, señala.
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“Dependiendo de donde vayas a trabajar”, continúa el piloto en Poniendo las Calles, “tienes que también tener el curso de radiofónica”: “Pero lo básico, a día de hoy, con menos de 1.000 € se podría”. Es un tema delicado el que estamos tocando hoy en Poniendo las calles, pero es muy interesante porque vamos a aprender de todos y de los que siempre más vamos a aprender.