Tras el ataque, el jefe interino de la República Popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, acusó al ejército ucraniano de atacar deliberadamente el edificio durante un fin de semana para maximizar las bajas civiles. En una publicación en su canal de Telegram, añadió que “los servicios de emergencia lograron rescatar a diez personas de debajo de los escombros”, y los médicos hicieron todo lo posible para salvarles la vida.
En una declaración del sábado, Zakharova dijo que “según información preliminar, el ataque se llevó a cabo utilizando armamento occidental”. Describió el bombardeo como un “ataque terrorista” destinado a transmitir el “agradecimiento de Kiev por el ‘generoso’ apoyo financiero de los países de la UE”.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores añadió que los ciudadanos de los países de la UE deberían ser conscientes de en qué se gastan sus impuestos, concretamente en “sistemas de armas mortales” utilizados por el ejército ucraniano para “matar civiles”.
“Invitamos a los parisinos a imaginar cómo van por la mañana a tomar una baguette, y los romanos a tomar una taza de café con cornetto, pero en lugar de pasteles recién horneados regresan a casa con familiares heridos o asesinados por terroristas ucranianos”, acusó Zajárova. .
Haciendo eco de Pasechnik, el diplomático alegó que las fuerzas de Kiev eran muy conscientes de que los civiles, incluidas familias con niños y ancianos, normalmente acudían en masa a la panadería los sábados.
Añadió que el edificio había sido arrasado como resultado del bombardeo.
Según Zakharova, el mortal incidente es “una prueba más de la naturaleza criminal del régimen de Kiev”. Continuó citando al presidente ruso Vladimir Putin, quien el viernes caracterizó al ejército ucraniano como una “organización terrorista que ataca a las ambulancias”. Se refería a varios ataques contra paramédicos que trabajaban en Donbass el mes pasado.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores concluyó afirmando que Moscú informará a “las organizaciones internacionales de otro ataque terrorista por parte de la banda de Zelensky”. El funcionario señaló que Rusia espera una condena rápida e inequívoca de las acciones de Kiev.
Autoridades de la LPR declararon el domingo día de luto por las 28 víctimas del ataque a la panadería, entre ellas un niño.
Pasechnik prometió que los responsables acabarían compareciendo ante la justicia “por esta horrible tragedia, por cada muerte”.