Lo que parecía que iba a ser una guerra a tres bandas final por la Premier League, finalmente se convertirá en un auténtico mano a mano por el campeonato inglés. En una banda del ring, el todopoderoso Manchester City en busca de su cuarta corona consecutiva. En el otro, el aspirante Arsenal que busca romper la hegemonía del equipo ciudadano con Arteta a la cabeza. Una pelea épica que decidirá en las próximas semanas al futuro monarca de Inglaterra.
El decepcionante tramo final de temporada del Liverpool, que perdió prácticamente todas sus opciones de pelear por el campeonato inglés después de caer contra el Everton este miércoles, ha allanado el camino para que tanto Manchester City como Arsenal se disputen la Premier League en solitario. En Merseyside no tendrán la despedida deseada para Jürgen Klopp, que ha visto como se ha derrumbado su último imperio cuando más necesitaba sacar adelante sus resultados.
En una Premier League que no permite errores, el más mínimo tropiezo se puede traducir en perder cualquier aspiración al campeonato inglés. El Liverpool lo tenía en sus manos, aunque no han podido soportar la presión asfixiante de los dos últimos caballos de la carrera por el título.
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Arteta vs. Guardiola, la batalla final
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Con el Liverpool fuera de la ecuación, será el Arsenal el único aspirante a derribar en Premier al gigante Manchester City. El equipo de Pep Guardiola sigue imparable en su camino hacia su cuarta corona consecutiva en Inglaterra después de su victoria contra el Brighton, aunque los ‘gunners’ saben que tienen una oportunidad histórica para conseguir la Premier League veinte años después.
El equipo es consciente de que ya regaló el campeonato inglés la temporada pasada cuando lo tenían prácticamente ganado, así que se han conjurado para no repetir los mismos errores en una nueva derrota que supondría un varapalo importante para la entidad. Sin competiciones europeas de por medio, el Arsenal se puede centrar en sus duelos ligueros, cuatro finales que deben sacar adelante como sea.
Sin embargo, también son conscientes de que no dependen de sí mismos para conseguirlo. La derrota contra el Aston Villa hace que el Manchester City pueda proclamarse campeón si cumple con todos los partidos que quedan en el calendario. Los de Guardiola tienen dos partidos menos disputados, aunque ganarlos supondría que se volviesen a colocar líderes del campeonato en esta recta final de temporada.
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No lo tendrán fácil, ya que por delante restan rivales de categoría como el Tottenham o el West Ham, que deberán superar para poder revalidar el título por cuarta vez consecutiva. Una lucha titánica a dos bandas que decidirá al próximo rey de Inglaterra.